Complicaciones

Complicaciones relacionadas con la colocación o la extracción del balón:

Además de las complicaciones propias de la endoscopia digestiva alta (perforación o hemorragia digestiva, inhalación bronquial por reflujo gástrico, trastornos del ritmo cardíaco) o de la anestesia, existe una serie de complicaciones específicas relacionadas con la implantación o la extracción del balón: Lesiones faríngeas y esofágicas, lesiones de la pared gástrica, perforación del esófago, del duodeno, del cardias o de la pared gástrica si el balón está mal posicionado al inflarlo.

 

Complicaciones mecánicas debidas al balón:

Las ulceraciones de la pared gástrica pueden dar lugar a una perforación debido a la pesadez del balón lleno de líquido, lo que requiere una intervención quirúrgica urgente con riesgo vital. 

En caso de desplazamiento, pueden producirse obstrucciones del tubo digestivo, lo que se observa en caso de un balón llenado de forma insuficiente o parcialmente desinflado; puede ser una obstrucción gástrica en caso de impacto del balón en el antro gástrico o una obstrucción intestinal que a veces requiere intervención quirúrgica. El riesgo de estas complicaciones aumenta considerablemente si no se respeta la duración máxima de seis meses. En la literatura médica se ha descrito un riesgo de hiperinflado espontáneo del balón debido a la producción de gas en el balón. Existe riesgo de pancreatitis aguda debida a la presión mecánica ejercida por el balón sobre el páncreas a través de la pared gástrica.

 

Complicaciones funcionales (efectos secundarios):

La colocación de un balón intra-gástrico se asocia a veces, en los primeros días, con: Pesadez gástrica, náuseas y vómitos, que desaparecen habitualmente en 2 a 7 días. También son posibles síntomas de reflujo gastro-esofágico. Estas perturbaciones pueden corregirse por medio de un tratamiento médico adaptado (antiácidos, antieméticos). A veces se prolongan los vómitos, lo que requiere la ablación prematura del balón.

 

Complicaciones metabólicas:

Son la consecuencia de vómitos descontrolados o desestimados que pueden constituir un origen de deshidratación, de alcalosis   metabólica, de hipopotasemia y de insuficiencia renal funcional. La hipopotasemia puede ser responsable de graves desórdenes del ritmo cardíaco con un riesgo vital.

 

Los fracasos:

La ausencia o el rechazo de un tratamiento dietético simultáneo a la colocación de un balón intra-gástrico comprometen el resultado de la pérdida de peso. De igual modo, el riesgo de recuperar peso una vez retirado el balón es más importante si la obesidad es antigua y grave.


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